08 noviembre 2009

LA EXPERIENCIA DE SER CASA DE ACOGIDA I

Escrito por Mar, 5 de noviembre de 2009.
"Esta es la historia de cómo nos convertimos en casa de acogida y conocimos a Lluvia…
La cosa comenzó por un email, las chicas de O Jaticán habían recibido un aviso, alguien habían encontrado dos cachorros en el monte y urgía su recogida pues uno de ellos parecía estar enfermo. Fran y yo leímos el mail y como podíamos desplazarnos nos fuimos en busca de los peques, no teníamos pensando en quedarnos a ninguno de los cachorros en acogida pues ya tenemos un perro y el piso no es demasiado amplio.
Así que allá fuimos en busca de los cachorros, cuando llegamos nos encontramos a dos perritas de unos dos meses (se cogían con una mano!) unas bellezas cubiertas de pulgas y garrapatas . Una de ellas apenas se movía, la otra sentía curiosidad por todo y no paraba quieta.
De camino a casa mientras íbamos en el coche, viéndolas tan pequeñas e indefensas nos decidimos a acoger al menos a una, fue amor a primera vista. No sabíamos dónde meterla pero ya nos apañaríamos para hacerle un hueco.
Quedaron bautizadas como Tana y Lluvia. Tana se fue a casa de una de las chicas de la asociación, estaba muy malita, tenía la cadera rota por culpa de alguna patada que le habían dado, murió al día siguiente.
La otra chiquitina se vino a casa. Hicimos hueco donde pudimos, ya que los primeros días debía estar separada de Camel (nuestro perro) por la cantidad de pulgas y garrapatas que traía consigo.
Las dos primeras semanas se puede decir que apenas dormimos, qué pequeña era y qué pulmones!! Además ella no tenía ni idea de para qué eran aquellos papeles de periódico que le poníamos en el suelo… era más entretenido morderlos y hacerlos trocitos…
Fue pasando el tiempo y con paciencia y cariño dejó de llorar y comprendió para que valían los periódicos. Se convirtió en una perrita mimosona que cada vez que te veía era una fiesta y se tiraba panza arriba para que la frotaras.

Fueron 3 meses muy intensos, llenos de trabajo pero sobre todo de buenos momentos. Hoy ha sido adoptada , alegría y tristeza. Alegría porque va a tener el hogar que se merece, tristeza porque se convirtió en un miembro más de la familia. Lo que nos deja sobre todo es la satisfacción de haber hecho lo correcto, de ver que el trabajo pasado ha dado sus frutos…
Ser casa de acogida es una experiencia única, aparecen muchos sentimientos por medio que sólo se pueden explicar haciendo un hueco a esos amigos peludos que te lo agradecerán para siempre, ellos te necesitan."

1 comentario:

  1. ¡ojala alguien se anime leyendo vuestras experiencias!

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