Os presentamos unos valiosos consejos sobre el cuidado y la convivencia con los gatos, extraidos de la conferencia del veterinario y etólogo Pedro Estévez Vila.
¡Esperamos que os resulten útiles!
EL GATO: UN CAZADOR EN CASA
En cierta ocasión, hace ya
bastante tiempo, un cliente me comentó con solemnidad: “los gatos son como
son”. En aquel instante no presté demasiada atención a la sentencia, pero tras años de experiencia
en la profesión, he comprendido que contiene una gran verdad.
Los gatos “son” y ese “ser” es difícil de cambiar, de
modificar de moldear. Son seres que comparten su vida con nosotros pero no
tienen dueño; no están dispuestos a ceder ese individualismo innato que en
cierto modo los define. Su naturaleza expresa además, la esencia del cazador
certero, paciente y excepcionalmente preciso. Comer es una exigencia, cazar una necesidad que debe satisfacer para
sentirse en plenitud.
Un gato es lo que vemos y resulta excepcionalmente bello pero lo que no vemos
es todavía más sorprendente; conocerlo nos ayudará a proporcionarle una vida
mejor y a disfrutar al máximo de ese trozo salvaje de la naturaleza que un día
se coló por nuestra ventana.
Los gatos “son como son” y en su
interior anida un cazador ávido de acción.
CONSEJOS PARA UNA CONVIVENCIA MEJOR CON LOS GATOS
1. No los castigues; los gatos raramente entienden los
castigos. Debemos usar otras estrategias para modificar su conducta.
2. Necesitan realizar ciertos comportamientos tanto como
comer:
-
Ponle un par de rascadores cerca de su lugar de
descanso (deben ser estables)
-
Juega todos los días un rato con ellos.
-
Puedes comprarle una torre de juegos.
-
Son muy curiosos; crea laberintos con unas cajas
de cartón u otros materiales.
3. La caja de arena debe ser
suficientemente amplia, estar alejada de la comida y en un lugar tranquilo.
Debe haber al menos una caja por cada
gato. Mantenla limpia y renueva toda la arena al menos una vez a la semana.
4. Debe tener su comida en un lugar tranquilo. Puedes
premiarlo con comida especial y esconderla para jugar a que la busque. Le
encantará encontrarla.
5. Si alguna comida realmente le pirra podremos aprovechar el momento de
dársela para hacer cosas que no le agraden, como cortarle las uñas o
cepillarlo. Al mío le chiflan los mejillones en conserva al natural, a otros
les gustan las aceitunas rellenas, el jamón de york…
6. Tendremos que investigar si
nuestro gato es de los de “una caricia”, de “dos caricias “ o de “muchas
caricias”. El mío es de dos caricias, a la tercera te marca con los dientes y
se va. Yo procuro darle sólo dos caricias seguidas y él me lo agradece.
7. Los gatos son animales muy
sensibles. En ocasiones incluso pequeñas variaciones en su mundo, como el
cambio de algún mueble en casa o un olor que traemos en nuestros zapatos puede
alterarlo de forma importante. Ante cambios previsibles puedes utilizar algunos
productos naturales que le ayudarán a estar más relajado y a prevenir problemas
graves de conducta. Infórmate en tu clínica veterinaria.
8. Es importante proporcionarle a
nuestro gato un lugar exclusivo para que
pueda aislarse y estar tranquilo cuando hay mucha gente en casa o el otro gato
de casa se pone pesado. Una caja debajo de una cama o un pedacito de armario
pueden ser refugios ideales.
9. Si tu gato muestra alguno de
los siguientes síntomas puede que sufra un problema de comportamiento:
- Que coma o juegue menos de lo habitual o que esté menos activo.
- Que se acicale demasiado (hasta incluso hacerse
calvas) o al contrario, deje de asearse.
- Que maúlle más de lo normal, que esté
inusualmente agresivo o que haya empezado a orinar o defecar donde no debe.
10. Los gatos sufren mucho si los
sacas fuera de su entorno habitual. Si los llevas, por ejemplo, a la clínica
veterinaria, sigue estos consejos para minimizar el estrés al que estarán
sometidos:
-
Llévalo siempre dentro de un trasportín (caja de transporte); se sentirán
más seguros y evitarás que se escapen.
-
Puedes llamar previamente para pedir cita y
aminorar el tiempo de espera.
-
Situaros en la zona de espera destinada a gatos
o lo más alejados posible de la zona de perros.
-
Pon su trasportín
en un lugar algo elevado, incluso cubierto por una tela o una toalla y la
espera le será mucho más confortable.